lunes, 15 de diciembre de 2014

1000 km a tiro de piedra

Hoy es lunes 15 de diciembre de 2014, estoy aquí en mi casa metiendo en la hoja de cálculo la salida de ayer (8,5 km a 6:30 min/km) y veo que llevo 933 km desde que empezó el año. La primera cosa que me viene a la cabeza es 1000 -933 = 67 km y empiezo a pensar si es posible hacer esos 67 km en lo que queda de mes.

En teoría quedan 2 semanas, pero eso es la teoría porque la realidad es que ahora vienen unas fechas muy malas, yo ya he tenido dos comidas. Aún así la parte fantasma que tengo lo quiere intentar...a ver:

67km / 2 semanas= 33,5 km/semana y 33,5 km / 3 días = 11,2 km/día

Instauro oficialmente el reto: “Llega a 1000 km antes del 31 de diciembre”

P.D. Desde ya aviso que lo veo difícil ya que, en todo caso, hay dos días por semana que sé que no voy a superar los 8 km, lo que obligaría cada semana a una tirada de casi 18 km.

lunes, 8 de diciembre de 2014

CRÓNICA XX MEDIA MARATÓN JEREZ

Empiezo primero comentando todo lo bueno de esta carrera y lo que se podría mejorar:

  • Lo mejor: todo. Realmente todo ha estado bien, servicios suficientes al ser la salida en el Estadio Chapín, todos los puntos kilométricos señalados y en grande, avituallamientos de sobra, un recorrido mejorado respecto al de la urbana de Jerez...en definitiva, una gran organización.
  • Lo mejorable: lo que he visto mejorable es la megafonía dentro del estadio, ya que desde el arco de salida no se escuchaba lo que decía el speaker desde el otro lado de la pista. Otra cosa que no sigo entendiendo de la mayoría de las carreras a las que he asistido, es que no pongan unos contenedores detrás de los avituallamientos para poder tirar la botella de agua. El que la quiera tirar al suelo, no vaya a perder su MMP, que la tire pero estoy seguro que somos muchos los que agradeceríamos tener la oportunidad de usar un contenedor.

Ahora paso a contar mi carrera.

No me levanté muy bien tenía dolor de barriga (diarrea) y todo apuntaba a que no iba a ser un buen día. Fuí a donde había quedado que me recogerían mis amigos, había un frío que pelaba, pero frio frio. Estaba allí esperando con el mal cuerpo, el frío y con ganas de volverme a casa, por suerte llegaron y no tuve tiempo de rajarme.

Esta es la segunda vez que estoy en el Estadio Chapín y sigo pensando que es fantástico tener la oportunidad de poder salir desde allí.

Este es el escenario de salida y llegada


 A la hora de la salida mis amigos y yo acordamos que cada uno fuese a su ritmo y me fuí al final del todo. Mi duda era saber si había ido las suficientes veces al baño.

Así se ve la salida desde atrás

Los primeros 5 km no fueron muy buenos, hacía frio, mucho frio y las piernas no me daban buenas sensaciones, sin embargo el gps del móvil (por fin tengo un móvil moderno con gps) me decía que iba a 5:30 min/km de media. En el kilómetro 3,5 me encuentro el primer avituallamiento, bebí un sorbo de agua y pensé que sería incapaz de acabar la carrera sin ir al baño, debía de tener cuidado con beber más de la cuenta.

Todos los kilómetros estaban señalizados con unos carteles grandes, antes de cada avituallamiento había un cartel anunciándolo y en dos de ellos repartían esponjas. En el primer avituallamiento con esponja pensé que sería un foskito o similar, y se me quedó cara de tonto cuando al cogerlo vi que era una esponja.

El recorrido me gustó y era bastante cómodo, a partir del kilómetro 5 me pasó como siempre, es decir, las piernas entraron en calor y empecé a estar cómodo llegando a rodar a 5 min/km. Me concentré en no pensar en nada, ni en la vejiga ni en lo otro, iba como los caballos de los picadores.

Creo que por el kilómetro 9 alcancé a mis amigos, sobre el 10 me tomé el gel que tenía previsto (a toro pasado creo que lo tomé demasiado pronto, debí haber esperado al 15) y sobre el 14, decidí seguir a mi ritmo ya que veía que nos estábamos separando demasiado del siguiente grupo. Volví a mi ritmo de 5:30 min/km de media e intenté conectar con el siguiente grupo.

Todo iba bien hasta el avituallamiento del kilómetro 17,5 allí cogí el vaso de agua, le dí un sorbo y cuando lo acaba de tirar, un corredor me adelanta por la derecha golpeándome en el hombro. He de dejar claro que yo estaba pegado al bordillo de la derecha, donde estaba el avituallamiento, ya que quería dejar el vaso en la acera. La verdad es que no me gustó el gesto de ese corredor (me tocó los huevos), me dió el golpe, pasó por donde no tenía que pasar y ni se giró. Este correrdor iba rápido y se me ocurrió ponerme a su altura y devolverle el gesto, empecé a acelerar y me puse pegado a él pero entonces venía un giro a la derecha y él se subió a la acera y recortó, seguí acelerando para pillarlo cuando bajara de la acera y hacerle algún comentario, pero cuando se bajó de la acera solo fuí capaz de ponerme detrás suyo durante unos segundos, me acaba de romper.


Sería el kilómetro 18 y sabía que me había roto, empecé a notar las piernas acolchadas (como cuando se te han quedado dormidas) y no respondían a lo que yo les pedía. El corredor del golpe se me fue, me pareció atisbar una media sonrisita pero seguramente era mi imaginación, pero eso no era lo peor, lo malo es que no sabía como decirle a mis piernas que no aflojaran el ritmo, empezaron a cogerme unos treinta corredores, algunos al adelantarme me pedían que me pegara a ellos que la meta estaba ya ahí “venga vamos pégate a mí, ya lo tienes hecho” y yo les pedía que por favor no aflojaran que yo ya no podía subir el ritmo.

Así me fuí a un 6 min/km de media desde el kilómetro 18, quería parar y en lo único que pensaba era en mi mujer y mis hijas que estaban en la meta esperándome. Me visualizaba entrando en meta con mis dos niñas y esa era la imagen que tuve en mente durante dos kilómetros; “vamos Jose, no te pares tu mujer está en la meta con las niñas, vamos, vamos...”. Apenas cuando faltaban 700 metros un corredor se puso a mi lado y me dijo “al final te voy a adelantar vamos ponte a mi lado” se puso a darme charla para que me olvidara un poco de la carrera, casi entrando en el estadio “recogimos” a otro que iba igual que yo. En cuanto pasé por la entrada del estadio, levanté las manos como si hubiese llegado a meta, les dije a mis dos nuevos compañeros que siguieran ellos, porque yo tenía que aflojar para buscar a mi mujer y a mis niñas, cada vez estaba más cerca del arco de meta y no las veía, el público me animaba pensando que estaba desorientado ya que estaba casi andando y mirando a los lados en vez de hacia adelante. Por fin las ví casi pegadas al arco, me paré para coger a mis hijas e hice los últimos metros con ellas dos.

Había terminado mi primera media y la había terminado por debajo de las dos horas. Me dieron una naranja y una manzana que me supieron a maná caído del cielo. Mis dos amigos entraron también por debajo de las dos horas, ya que prácticamente eran los que iban detrás mía, al parecer mi bajonazo fué muy evidente desde atrás y si la carrera hubiese durado medio kilómetro más, también me habrían pasado.

Los datos que pongo a continuación son los del móvil:

3 km – 00:17:03
5 km – 00:28:10
7 km – 00:38:50
10 km – 00:55:34
Media – 01:57:35


P.D. Este es el comienzo de una nueva aventura a la que me he apuntado. Mis amigos ya lo tenían planeado junto a un grupo de unos diez y me pareció buena idea unirme. Pero como ahora mismo solo estamos preinscritos en esa nueva aventura y hasta enero no se sabe quién tendrá plaza, no quiero ni contarlo.