martes, 15 de marzo de 2016

Penar por un abandono

Aún no he puesto el resumen de kilómetros de febrero y tardaré, pero en resumen es lo mismo que enero salvo que en febrero todas las salidas fueron de cuestas.

Hoy es 15 de marzo ya hace 10 días del abandono en la Ultra Sierras del Bandolero (UTSB) y esta carrera me ha aportado una nueva experiencia como corredor novato y es el abandonar y lo más duro, penar por el abandono. No era el momento de intentar la machada de seguir, ni físicamente ni por las circunstancias familiares pero eso solo lo ví allí en carrera, ya una vez en el coche de los retirados sabía que esta retirada sería difícil de asumir.

Diez días. Algunos detalles me hacen ver que no estuve muy equivocado...la contractura del cuádriceps, la tensión que tengo en el tibial anterior (que era esa rigidez de rodilla que notaba y me preocupaba) y en el femoral, el "gracias" de mi hija cuando me vió llegar el sábado siendo de día...pero a día de hoy estoy enfandado conmigo mismo, realmente si este fuese mi diario personal pondría lo que de verdad me pasa por la cabeza, pero al ser un blog abierto al público debo de conformarme con decir eso;  estoy muy enfadado conmigo mismo.

Hace relativamente poco intenté animar a un corredor que se había retirado de una ultra diciéndole que quizás con esa retirada había avanzado como corredor de ultrafondo ya que se había demostrado lo más importante, que tenía la cabeza bien amueblada para saber cuando había que retirarse y que eso quizás sería lo primero que debería tener alquien que se plantea hacer una ultra. Que fácil es ver la paja en ojo ajeno, porque a día de hoy estoy muy cabreado, queda un año por delante quizás dentro de poco ni me acuerde de esta ultra, quizás dentro de poco haya incluso dejado esto de correr o quizás no. El año pasado tardé dos semanas en darme cuenta que tenía que volver a los 101 y acabarlos de nuevo pero de forma diferente, la UTSB supe que tenía que volver  a hacerla el mismo día del abandono, pero esta ultra es diferente además de la parte física-psicológica inherente a una ultra, tengo que contar con el beneplácito de mi familia para poder ponerme en la línea de salida el año que viene, esta ultra tiene demasiados flecos que atar para poder asegurar que estaré allí en 2017. Lo que si puedo decir a día de hoy es que ya he alcanzado una nueva etapa de aprendizaje en esto de ser un corredor novato: penar por un abandono.

El aprendizaje es doble, por un lado sabes que llegado el momento sabrás dar un paso atrás y decir "aquí me quedo" pero por otro lado tambien sabes que viene después de ese abandono, ese "penar", y tú y solo tú tendrás que decidir en ese momento de la carrera que es lo correcto, aunque, como ya he dicho muchas veces, yo solo soy un corredor novato y creo que por eso me hago estas pajas mentales porque cualquier corredor experimentando acabaría con esta tontería de forma muy rápida con la siguiente frase "carreras hay muchas rodillas solo estas"

miércoles, 9 de marzo de 2016

Perder el norte

Esta entrada es personal y hablaré poco de correr así que si no eres muy amante de la lectura puedes saltartela, yo necesito escribirla para más adelante volver a ella para analizar qué pasó.

En mayo del 2015 me presenté en la salida de La 101 de La Legión (aquí crónica) tras haber tenido una pequeña lesión en la pierna izquierda que me había fastidiado bastante el entreno, vamos, que no iba muy bien preparado para la prueba.

Tuve tres problemas durante la carrera: una ampolla, un escaldado en la entrepierna y un dolor importante en los hombros. Para hacerte una idea diré que del escaldado me hice fotos para tenerlas pero de la ampolla del pie no, ya que no quería tener esa imagen, quería borrarla incluso de mi cabeza, luego he leído crónicas de otros marchadores con los mismos problemas y que fueron al médico por lo de la ampolla. Yo ni sabía que había que ir al médico, mi mujer me hacía las curas con betadine y "palante".  Del dolor de hombros, que decir, pues que sigo con molestias, el dolor fue a más, cuando cogía a mis hijas en brazos se me quedaba dormido el brazo izquierdo, si hacía pesas se me quedaba un hombro mas alto que otro...esto si tuve que tratarmelo y ya está casi listo.

¿Por qué cuento los problemas que tuve? pues por que son parte de la explicación de "como se pierde el norte"

Al llegar a meta en la 101, fuí arrastrándome hasta el pabellón, me duché como pude, recogí mis cosas y a unos cien metros de la salida del pabellón me senté en la acera y llamé al grupo con el que había venido en coche para que me recogieran porque yo era incapaz de llegar andando hasta donde ellos estaban. Mientras esperaba en la acera y miraba la medalla de finisher, tenía claro una cosa: JAMAS volvería a hacer esta prueba.

Los primeros días después de la carrera, me pasaba que me emocionaba al ver el atardecer, otras veces me sentaba en el sofá para que mi mujer me hiciera la cura del pie y mi cabeza volvía a la carrera y cuando regresaba a la realidad tenía la piel de gallina. Tardé dos semanas en darme cuenta de lo que pasaba: aunque había terminado la carrera no me gustaba como había sido, tenía una cuenta pendiente con la 101. Dicen que la carrera te pone en su sitio y yo no estaba conforme con el sitio en el que me había puesto, no lo digo por el tiempo que tardé (que también me gustaría bajarlo) si no por lo que pasé en carrera.

Bueno, pues ya estaba todo dicho a las dos semanas ya había decidido que volvería a hacer los 101 lo hablé con mi mujer y lo siguiente era como conseguir volver a correrla, porque esta carrera tiene una pega muy importante y es que hay 4 aspirantes por plaza y al final es la suerte al pulsar un boton del ratón un sábado a las diez de la mañana la que dice si entras o no. Debido a que eso de dejar a la suerte mi participación en la carrera no me convencía mucho, empecé a buscar información y resultaba que había una segunda forma de entrar...había una liga de ultrafondo llamada Liga de Ultrafondo Rondeña (LRU), la 101 era una de las carreras de esa liga y se reservaban 100 plazas para los primeros 100 puestos de la liga, puestos de la general tanto hombres como mujeres. Fue ahí donde comenzó la perdida del norte.

Ya tenía mi "plan B", es decir, evidentemente haría la incripción e intentaría conseguir plaza el sábado a las 10 de la mañana, pero por si no lo conseguía haría todas las carreras de la liga para ir puntuando. Para puntuar tenía que entrar entre los 200 primeros. Esto redefinió toda mi temporada, ya no haría la media de Jerez ni la maratón de Sevilla, me centraría solo en las carreras de la LRU, al final también caerían algunas carreras más de regalo.

Y así fue como un corredor novato de los que en las carreras van en el furgón de cola, le dió por perder el norte y hacerse todas las carreras a las que pudiese ir de la LRU para ir sumando puntos con idea de entrar en la 101.  Ahora pasaré a hacer un resumen de como fue esa aventura, la aventura la cuento desde noviembre de 2015 que es donde hice la primera prueba de la liga (cómo perdimos el norte de mayo a agosto preparando el Maratón de montaña de Jarapalos donde al final no fuímos, en este caso el grupo trail, es para otra entrada), si pinchas sobre el nombre de la carrera irás a la crónica, unas veces la crónica de este blog y otras del blog del grupo de trail.

1ª Carrera: V marcha Cueva del Gato (10 de octubre de 2015)

44km y 1900 metros de desnivel positivo (6h 32 min)
Esta era la primera carrea de la liga, puntue y las sensaciones fueron buenas.


60 km y más de 1600 metros de desnivel positivo (10h) de esta carrera no puedo conseguir el perfil. Esta carrera me sirvió para darme cuenta de todo lo que me quedaba de recorrido si quería acabar el reto de la UTSB de 155km en el que me había embarcado.


22 km y 1400 metros de desnivel positivo(3h 32min)

Esta carrera no formaba parte de la liga, era "por gusto" ya que era una carrera que sabía que iba a estar bien y era un buen entreno.

4ª carrera: IV Trail Acinipo Ronda (31 de enero de 2016)

41 km y algo más de 1500 metros desnivel positivos (5h 32min)

 Aquí empezó el declibe, en enero por motivos personales apenas había entrenado lo planeado, llegaba muy flojo a esta carrera y sufrí mucho para acabarla. La presión de acabarla dentro de los 200 primeros para puntuar también me pudo. No la disfruté y me dí cuenta de que el pinchazo de kilómetros de enero a la hora de entrenar me iba a pasar factura, esta carrera fue donde me reafirmé en que el año 2017 debía ser de carreras cortas.

5ª carrera: VIII CxM Calamorro (21 de febrero de 2016)

16,1 km y algo más de 1100 metros de desnivel positivo, 1250 según nuestra aplicación. (2h 52min)

Otra carrera fuera de la liga pero que también estaba claro que la tenía que hacer este año. Carrera que me confirmó que el año 2017 iría por carreras como esta ya que llegué a meta con una sonrisa de oreja a oreja.

6ª Carrera: I Desafio Las Cumbres (27 de febrero de 2016)

Recorrido de 30 km con algo más de 1200 metros positivos.
Carrera en donde tuve la oportunidad de probar el chubasquero y las mallas que me había comprado de cara al reto de la UTSB, en esta carrera me llovío, nevó y granizó, y como me había ido bien y había disfrutado fué un soplo de aire fresco en mi moral, que no estaba pasando por el mejor momento.

7ª Carrera: V Ultra Trail Sierra del Bandolero Larga (4 de marzo de 2016)

En esta carrera abandoné en el kilómetro 65 así que aunque el perfil de la carrera es este:

 Yo me quedé en el Ronda Avituallamiento A7 donde según mi aplicación llevaba 65 km y 3300 metros de desnivel positivo en 15h 25 minutos Y me ha dejado muy tocado mentalmente por el hecho de abandonar.

Si miras un calendario verás que las últimas tres carreras han sido a una carrera por fin de semana. Ahora me toca la última oportunidad de puntuar antes de la 101 pero la siguiente carrera es de esas en que con acabar ya tengo suficiente.

8ª Carrera: XII Homenaje a la Legión, HOLE (2 de abril de 2016)

Esta última carrera es de 54 km y aún no tengo muy claro cuantos metros de desnivel positivo.

(Actualización tras la carrera) Al final fueron 55 km y 1670 metros de denisvel positivo en 8 h 34 minutos, como me imaginaba fue imposible entrar dentro de los primeros 200 puestos y por el kilómetro 35 sufrí un golpe de calor que me hizo tomarme los últimos 20 km a ritmo tranquilo andando con los palos.



Bueno, esto es por lo que llamo a esta entrada "Perder el norte", falta hacer el resumen de kilómetros de febrero pero puedo avanzar que ha sido peor que enero. A ver si en marzo levanto cabeza y termino esta carrera de Abril en condiciones.